A partir de esta noticia vamos a desarrollar nuestra opinión sobre las operaciones de cirugía estética. Este es un caso típico de relativismo moral: algunas personas piensan que su aspecto no es el más adecuado y ven bien operarse para mejorarlo, sin embargo, otras ven mal operarse simplemente para cambiar su imagen.
Nosotros pensamos que cada persona puede elegir si quiere cambiar su imagen o no, pero vemos mal que alguien se exponga a una operación estética, de la cual pueden salir perjudicadas. Por ejemplo en esta noticia mostramos el lado negativo de estas operaciones. Tampoco podemos olvidar que la auténtica belleza no reside en el exterior, sino en el interior.
Un claro ejemplo es el episodio de “Los Simpson” en el que Moe se somete a un cambio de imagen, consiguiendo un papel en la serie que tanto añoraba de joven: “Lo que nunca acaba”. Al final del capítulo se le cae un plató encima del rostro, volviendo a tener su antigua cara. Con este ejemplo queremos decir que a las personas guapas se les da más importancia y fama que a los que no lo son. Desde aquí queremos hacer ver que cada uno debe de estar contento con su imagen y que no se le debe dar fama a una persona solo por su aspecto y que la sociedad se basa demasiado en la imagen y no en lo que más importa, el interior. Por último, queremos decir que a las personas que tienen fama son a las que más se veneran, por contra, a los de menos prestigio no se les presta atención, siendo los que más la nacesitan.